Parka+gorros

Creo que ya lo he dicho muchas veces, de hecho casi seguro que demasiadas, pero el hecho es que este invierno un bigote domina mi vida. Es así, simple y llanamente.

Desde que me empezara a dejar el bigote poco a poco ciertas prendas de mi armario que eran de mis favoritas han ido desplazándose al fondo de este para dejar hueco a otras, que esperaban guardadas en cajas a su momento estelar. Es curioso como una serie de prendas que hace ya mucho tiempo me prometí no volver a usar han vuelto con tanta fuerza. Ejemplos son las camisas de cuadros tipo leñador, chaquetones y parkas.

Y para muestra un botón. Después de mi anterior post, en el que estrenaba en el blog mi nueva parka, otra entrada con una doble sesión con la parka. Desde que me la regalaron mis padres (regalo navideño anticipado gracias a que se agoto online y a que están convencidos de que una simple cazadora de cuero, que es lo único que me estaba poniendo, se queda escasa en diciembre) no me la he quitado casi de puesta.