Cuero y creepers

Hace ya algunas semanas, en un post, comente que que me había enamorado completamente de un editorial que vi en el blog de Cynthia. También dije que iba a ser mi uniforme de mis días poco inspirados de este invierno....bueno, pues aquí están las fotos que lo confirman, junto con un par de fotos del editorial en cuestión.

Y ahorra algo que también he estado usando mucho esta semana: botines y chupa de cuero...ya sea con camiseta blanca o con jersey gris de ochos.

Si os preguntáis, que seguro que no...aunque ya os lo cuento yo, el motivo por el que llevo el pañuelo en la muñeca es simplemente para ocultar la horrible muñequera de goma que me he visto obligado a usar por unos ligeros problemas que me ha dado la muñeca, en concreto un dolor bastante insufrible.

El hecho es, y con esto vuelvo a recurrir a la etiqueta de "realmente no puedo entender", que el miércoles tuve que ir a urgencias cuando la muñeca ya estaba el doble de su tamaño normal, roja y sin posibilidad de moverla. Después de 2 horas en la sala de espera me llaman, me levanto y ¡OH! ¡SORPRESA! gente que presumo enferma, por el hecho de estar en urgencias básicamente, y por lo tanto con cosas más importantes en la cabeza flipan con que lleve unos creepers. Y vale, flipar es una cosa...pero señalar a la vez que se dice "mira eso" en voz alta ya roza lo absurdo. Tan absurdo como que una madre de mediana edad le diga a su hijo de 8 años, ensimismado con su mp3, "mira" diez veces seguidas mientras le da en el brazo señalándome con la cabeza y aguantando la risa.

Eso si que me da risa. Gente tan patética que se escandalice tan fácilmente con unos zapatos, un sombrero o lo que sea. ¿Tan reducido es su mundo? ¿Tan triste su vida como para que yo sea lo más interesante del día? Ya se que esto no es nada nuevo, que de vez en cuando aparece en algún que otro blog...y obviamente no es la primera vez que nos pasa tanto a Dunia como a mi (los dos juntos hacemos que la gente caiga al suelo con un ataque epiléptico echando espumarajos por la boca), pero realmente hay días que no tienes el chocho pa farolillos....y que una tía te señale desde la otra acera para gritar "mira" te enciende en lugar de hacerte la gracia habitual. Esta semana, toda ella, ha sido uno de esos días...y me tienen hasta el toto.